Varios cardenales consideran que el «lobby» israelí de Estados Unidos los sacó a la luz 30 y 40 años después para atacar a la Iglesia como parte de una campaña de desprestigio. ¿Por qué los casos de pederastia protagonizados en la década de los sesenta y setenta por sacerdotes católicos de Estados Unidos saltaron a la palestra pública este año? ¿Quién descubrió esos escándalos y por qué los hizo públicos precisamente ahora? Las preguntas han estado flotando en ambientes eclesiales desde que se destaparon los abusos sexuales provocados por numerosos miembros del clero, y algunos cardenales no han dudado ahora en señalar al lobby israelí de Estados Unidos como el instigador. El motivo: atacar a la Iglesia por su decidida defensa de la causa palestina, según informaba esta semana el diario La Razón.
Algunos medios de comunicación estadounidenses, entre ellos el «Washington Post» y el disidente «National Catholic Report», creen que el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Madariaga ha perdido todas las papeletas en su condición de papable. El cardenal salesiano osó señalar recientemente al lobby o grupo de presión israelí como causante de «una campaña que no dudo en definir como una persecución contra la Iglesia». Monseñor Rodríguez Madariaga se refería al hecho de haber hecho públicos, cuarenta años después, los casos de abusos sexuales provocados por sacerdotes católicos estadounidenses. «Todos sabemos que Ted Turner es abiertamente anticatólico, y que es propietario no sólo de la CNN, sino también de diarios como el Washington Post, The New York Times y The Boston Globe , que fueron los protagonistas de la campaña».
«Me da que pensar continúa el purpurado en una entrevista concedida al mensual 30 días que, en un momento en que toda la atención de los medios de comunicación se concentraba en lo que estaba pasando en Oriente Medio a finales del pasado año, con las muchas injusticias que se han cometido contra el pueblo palestino, la Prensa y la televisión estadounidenses se detuvieran obsesivamente en escándalos sexuales que ocurrieron hace cuarenta o treinta años».
Para el cardenal hondureño, habría varios motivos que explicarían la incógnita: «¿Cuál es la Iglesia que ha recibido más veces a Arafat y más veces ha reafirmado la necesidad de crear un Estado palestino? se pregunta el prelado salesiano-. ¿Cuál es la Iglesia que no acepta que Jerusalén sea la capital indivisible del Estado de Israel, porque ha de ser la capital de las tres grandes religiones monoteístas? Es la Iglesia católica».
Fuentes eclesiales en España consultadas por La Razón, que han preferido guardar el anonimato, han confirmado la tesis del cardenal salesiano. Según esas fuentes, «las Iglesias protestantes de los EE UU son pro israelíes. Algunas incluso interpretan a pies juntillas lo que dice el Antiguo Testamento de que Israel tiene que llegar desde el Nilo hasta el Éufrates, y que por eso tienen derecho a oprimir a los palestinos». Para estas mismas fuentes, «hay que diferenciar entre el lobby judío y el israelí. El primero es muy numeroso; no todos son de religión hebraica aunque tienen unos vínculos culturales muy fuertes que unen a todos sus miembros, y llevan a cabo multitud de iniciativas, muchas de ellas muy loables, en favor de la cultura judía. El otro lobby, el israelí, son los sionistas, están muy politizados y buscan defender Israel a ultranza. Para ellos, todo vale por su país, y son los que han promovido la campaña de desprestigio de la Iglesia por su firme defensa de Palestina».
El cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo de la Ciudad de México y otro de los pesos pesados dentro de la curia vaticana, coincide con el cardenal Rodríguez Madariaga en señalar que «en numerosas partes del mundo se está llevando a cabo un proyecto contra el prestigio de la Iglesia, para descalificarla». Según el purpurado mexicano, «lo que expresa Rodríguez Madariaga recoge bien el sentimiento común de muchos cardenales y obispos de Iberoamérica frente a lo que nos parece un ataque generalizado e ingrato contra una Iglesia como la estadounidense».
Fuente: Piensa un Poco.com