Vida Sacerdotal - Noticias de 2009

Próximo documento del Papa sobre el sacerdocio

el . Publicado en Noticias de 2009

Crismón. Catedral de MilánEl Papa tiene intención de preparar un documento sobre el sacerdocio: “el objetivo es lograr que el sacerdote se sienta bien en la Iglesia y que se den todas las condiciones para un testimonio sano y real en una sociedad que presenta muchos desafíos”, anuncia el cardenal Claudio Hummes, prefecto de la Congregación vaticana para el Clero, recorriendo algunas claves del Año Sacerdotal convocado por Benedicto XVI desde el próximo 19 de junio.

El purpurado reflexiona, en una entrevista en ‘L’Osservatore Romano’ -edición diaria en italiano, 3 de junio de 2009-, sobre la necesidad de un paso cultural para imprimir un nuevo impulso a la misión del sacerdote, que es la de favorecer, aparte del conocimiento del Evangelio, el encuentro personal de cada uno con Cristo.

“Esto es lo que recomienda Benedicto XVI desde el primer día de su Pontificado -subraya-. Y esto es lo que debe hacer el sacerdote con cualquier medio y de cualquier forma posible. El Papa, en primer lugar, da testimonio de la importancia de estar presente allí donde el hombre se encuentre, en la cotidianeidad de su existencia”, incluido el campo de las nuevas tecnologías.

El Año Sacerdotal “es una intuición maravillosa y de amplitud de miras”, “un don que hace el Papa a la Iglesia y al sacerdote -recalca el purpurado brasileño-. Y estoy seguro de que no será un año celebrativo del sacerdocio. Será más bien un año propositivo”.

Se lee en las páginas del diario de la Santa Sede el momento particular de la historia y de la vida de la Iglesia, llamada a afrontar la sociedad postmoderna, marcada por una exasperación relativista, a veces exagerada, y por el viento laicista que empuja a vivir casi como si Dios no existiera. Un entorno de cuyo contagio no se ha librado tampoco el ámbito eclesial. “Los primeros que se han resentido han sido precisamente los sacerdotes. Pero diría que se trata de una consecuencia casi fisiológica, similar a la que se registra en todo contexto humano cuando se verifica un salto cultural tan claro y uno se encuentra de improviso sumergido en una realidad que sorprende”; de ahí la gran importancia –advierte el cardenal Hummes- “de que los sacerdotes sientan al Papa y a la Iglesia cercanos, preocupados por ellos y por su condición”.

Respecto a los últimos años, el purpurado alude a un “período muy, muy duro y sufrido”, “también por el vituperio mediático al que se ha sometido indistintamente a todos los sacerdotes, como ‘categoría’, a causa de pocos que se han manchado de abusos gravísimos respecto a menores”.

“Desearía recordar que los sacerdote son los primeros que se sienten profundamente heridos por estas tragedias. Heridos en su alma sacerdotal, en su paternidad espiritual ante cuantos han sufrido violencia; han visto lacerasda su imagen -lamenta-. He recibido muchas confidencias de sacerdotes desalentados y en crisis por cuanto han hecho otros. Son ciertamente delitos graves, y no sólo desde el punto de vista penal, sino también desde el punto de vista canónico”.

El drama de la pedofilia “no se relaciona de manera específica y exclusiva a los sacerdotes -subraya el cardenal Hummes-, sino que golpea de manera mucho más incisiva a la sociedad y, desgraciadamente, sobre todo el ámbito familiar”; en cualquier caso es “un hecho gravísimo que esté involucrado también cierto número de sacerdotes. Es justo que pague el culpable; pero no es justo que pague también la grandísima mayoría de sacerdotes honestos y dedicados que entregan su vida al servicio del rebaño que se les ha confiado”.

“Debemos orar, lo repito, orar mucho por quien se equivoca, pero también por quien debe ser ayudado a recuperar la propia autoestima. Y en este Año Sacerdotal rezaremos mucho, con y por nuestros sacerdotes -confirma-. La Iglesia quiere orar con y por sus sacerdotes, expresar aprecio por ellos”.

Fuente: Cope.es, 3 de junio de 2009