"Me dí cuenta de que estaba vacío". Lo cuenta el famoso actor y productor Eduardo Verástegui, que tuvo una fuerte conversión al catolicismo después del rodaje de una película en Hollywood.
El joven Verástegui, originario de Xicoténcatl, pequeña ciudad al norte de México, en el estado de Tamaulipas, vive desde hace siete años en Los Ángeles, California.
Verástegui es actor de la película "Bella", un filme a favor de la vida, ganadora del Festival de Cine de Toronto como mejor película y del premio latino "Smithsonian Latino Center", seleccionada en varios festivales de cine de prestigio en América y Europa.
En esta entrevista concedida a Zenit en Roma ha querido revelar el hecho que cambió su vida.
-¿Cómo fue tu conversión?
-Verástegui: Después de 10 años de carrera me di cuenta que me faltaba algo pero no sabía qué, me sentía en un laberinto sin salida, queriendo usar la salida pero no sabía dónde estaba, me sentía vacío.
Muchas veces la sociedad nos dice que si no llegamos a la cima de la montaña y no somos alguien y no tenemos reconocimiento y éxito, entonces somos unos fracasados.
Lo que yo pensaba que me iba a hacer feliz y me iba a dar paz y que me iba a hacer un hombre completo y pleno pues resultó que era una mentira, estaba siguiendo una mentira.
Y de ahí nace este deseo y esta convicción de hacer un cine diferente que borre la imagen negativa de los latinos que Hollywood se ha empeñado en perpetuar desde los años 40 hasta el día de hoy y le hice una promesa a Dios de que jamás volvería a trabajar en ningún proyecto que ofendiera mi fe, mi familia o mi comunidad latina.
-¿Cómo nace tu productora "Metanoia Films"?
-Verástegui: Nace la idea de formar una productora de cine llamada "Metanoia films" con la misión de producir películas que tengan el potencial no solamente de entretener a la audiencia sino de hacer una diferencia en nuestra sociedad, elevando, sanando y respetando la dignidad del ser humano. Películas que toquen el corazón de la audiencia y que eleven el intelecto de la audiencia hacia lo bueno, lo bello y lo verdadero, lo excelente.
Así que le puse Metanoia films a la compañía que formamos unos amigos porque fue lo que yo experimenté, una metanoia. La palabra metanoia en griego significa conversión.
-¿Cómo afecta esto a tu proceso de conversión?
-Verástegui: En algún momento se me cruzó por la cabeza irme de Hollywood, irme de misionero, dos años a la jungla, al Amazonas, a ayudar a los pobres, a trabajar como misionero para discernir a ver qué quería Dios de mí, de mi vida.
Y a limpiar este polvo que traía mi alma de tantos años de vivir una vida mundana, así es que vendí todo y antes de irme a la jungla un sacerdote muy amigo mío, el padre Juan Rivas, fue el que me aconsejó no irme porque me pedía que estos dos años que yo quería dar como misionero en la jungla en el Amazonas, los diera en Hollywood, porque él me decía que Hollywood también era una jungla.
Él me dijo: te tienes que quedar aquí, aquí fue donde Dios te tocó, aquí fue donde Dios te abrió los ojos y no estás solo porque Dios más uno es un ejército y Hollywood no le pertenece a los estudios, le pertenece a Dios y tenemos que recuperarlo y aquí te me quedas, así es que obedecí, me quedé ahí y unos años después formamos esta productora, Metanoia Films. Y el primer fruto de este compromiso y de esta promesa que se hizo se llama: Bella (la película, ndr).
-¿Qué papel tiene María en tu vida personal y profesional?
-Verástegui: No hay palabras para describir la grandeza de la Virgen María, es mi madre, es la mujer más bella, es mi morenita, mi madrecita, mi mamita , mi todo, mi guía: mi madre.
Fuente: Zenit, servicio de 11 de junio de 2008